Las comparaciones son odiosas

La Junta de Andalucía gasta 84 millones de euros en profesores de religión.

Ya sé que según como se mire o con qué se compare, este gasto, claramente inconstitucional, es el chocolate del loro. Si lo comparamos con los eurakos que las arcas del Estado han aportado a la banca española, efectivamente, lo que nos gastamos en enseñar religión católica a nuestros niños y niñas es calderilla. [Por cierto que esa super-inyección de dinero público a los bancos y cajas que hace tan solo ocho mese Mister Rajoy juraba que sería un dinero recuperable, ahora resulta que el propio Ministerio de Economía da por perdida esa pasta. Qué raro, Rajoy mintiendo y haciendo lo contrario de lo que dice…] Pero claro, volviendo a las odiosas comparaciones, resulta que acabo de oír en la radio que el Gobierno Vasco está regateando con el Gobierno Central el objetivo de déficit máximo. Rajoy dice que debe ser el 1,2 y Urkullu puja por el 1,3. También decía la noticia que la diferencia entre ambos porcentajes supone algo más de 61 millones de eurakos, más de vente millones menos de lo que solamente Andalucía gasta en pagar “profesores” de religión católica.




Siguiendo con las comparaciones odiosas, resulta que con esa pasta que religiosamente gasta Andalucía en enseñar creencias sectarias se podría dar durante dos años, asistencia sanitaria a todos los inmigrantes sin permiso legal de residencia que la señora Mato ha dejado fuera del sistema sanitario o se podría financiar durante varios años la reproducción asistida a mujeres solas y parejas de mujeres lesbianas.



Y voy a dejar las comparaciones que, no solo son odiosas, sino que me están agriando el día.