tomkado de eldiario.es
La Jefatura Superior de Policía de Sevilla ha convertido este lunes su salón de actos en una capilla improvisada para celebrar una misa con motivo de la jubilación del comisario principal Francisco Perea Bartolomé. La ceremonia ha sido oficiada por el arzobispo de la Archidiócesis de Sevilla, que se desplazó a dependencias policiales para el acto.
El plan de la Policía se ha llevado a cabo a pesar de la polémica que le ha precedido. El pasado 7 de noviembre, el Grupo Socialista en el Congreso de los Diputados presentó tres preguntas por escrito en relación con utilización de un edificio público para la celebración de un acto de una determinada confesión religiosa.
La llegada de Jorge Fernández Díaz al Ministerio del Interior supuso la “introducción de nuevo de prácticas y cánticos en actos públicos que había sido excluidos de los programas oficiales de conformidad a la declaración de nuestra Carta Magna”. “Estos cambios no han cesado con la marcha de Fernández Díaz”. Fuentes policiales consultadas por eldiario.es aseguran que al acto han asistido medio centenar de personas, entre ellas el delegado y el subdelegado del Gobierno en Sevilla, así como distintos miembros del cuerpo diplomático acreditado en la ciudad hispalense.
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