Tomado de publico.es
El joven que denunció los abusos sexuales por parte del padre Román ha reiterado en el juicio que sufrió violaciones y vejaciones durante años. D. R., de 27 años, tardó en denunciar porque estaba anulado por el sacerdote, único procesado del caso Romanones. Lo ha hecho durante cinco horas de declaración. El padre Román se enfrenta a la petición de nueve años de cárcel por un delito de abuso sexual con acceso carnal.
Conoció al clan de los Romanones cuando tenía 7 años y se decidió a formular la denuncia por temor a que otros niños sufrieran abusos similares y lograr justicia. "Él -en referencia al padre Román- era capaz de hablar de amor fraternal en la homilía y por la noche estar violando niños, porque lo ha hecho", ha asegurado el denunciante, que ha afirmado que estaba "anulado" por el procesado y que era incapaz de tomar decisiones.
El joven narró en una carta al papa su "calvario" y que el pontífice le telefoneó para pedirle perdón en nombre de la Iglesia, tras lo que alertó al Arzobispado, responsable civil subsidiario, e inició contactos con Francisco Javier Martínez. Según el denunciante, el arzobispo de Granada le dijo que no se preocupara porque "todo está en manos de la Virgen y ella se hará cargo".
Aunque la defensa y la magistrada ponente han apuntado contradicciones temporales e imprecisiones, el joven ha reiterado que los abusos sexuales comenzaron en 2004, con 14 años. Estaba anulado y ha comparado su incapacidad de decidir con el sentimiento de las mujeres que sufren violencia de género.
1 comentario:
Propongo castrar a todos lo romanones y hacer un coro de revista con ellos. Y al Moulin Rouge...
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