Tomado de elplural.com
En Totalán y durante el rescate de Julen salió a la luz lo mejor del ser humano, la solidaridad de la gente del pueblo, de mineros asturianos, guardias civiles, bomberos, ingenieros, voluntarios de protección civil, empresarios, mecánicos, conductores y muchísima gente que de manera voluntaria y con el corazón en un puño, quisieron aportar su grano de arena en el rescate. Y todos con un denominador común: sin protagonismos.
Entre todo este enjambre de bondad humana y de nobles sentimientos hay que destacar al propio pueblo de Totalán, sufridor directo de todo el operativo que se montó. Vecinos que cedieron sus casas a trabajadores, que llevaban bebida y comida a todos. Una mención especial merecen las mujeres de Totalán, jóvenes y mayores, que fueron la vanguardia voluntaria. Todas las mañanas preparaban café, zumo de naranja, desayunos. Luego preparaban tortillas, ollas inmensas de croquetas… todo un arsenal de alimentos preparados para ayudar a las más de 300 personas que allí se hallaban en la lucha contra la montaña que se negaba a devolver a Julen. Los periodistas podemos dar fe de esa labor solidaria de las mujeres de Totalán y del pueblo en general.
Pero hoy no han querido soportar más el protagonismo que en esa labor colectiva ha querido guardar para sí el párroco de Totalán, Ramón Tejero. Este cura polémico, titular de la parroquia de La Cala del Moral y de Totalán es criticado por las mujeres voluntarias porque mientras ellas se afanaban en estas tareas, el sacerdote iba a los medios de comunicación a decir lo bien que lo estaba haciendo coordinando estas tareas. A su entender, se atribuyó en un exceso de ego la humanitaria iniciativa y su desarrollo.
El sacerdote dijo en algún medio lo siguiente: “La parroquia de Totalán es muy pobrecita y, sobre todo, aporta la mano de obra. El dinero procede en gran parte del templo de La Cala del Moral. Además los restaurantes de la zona están donando muchos alimentos y también recibimos apoyo de gente que se enteró por los medios de comunicación de nuestra labor”. Esta información la recogió también el portal Religión en Libertad.
“Muy a pesar nuestro, ya que queremos pasar desapercibidas, nos vemos en la necesidad de hacer una aclaración a raíz de unos artículos publicados en diferentes periódicos, siendo protagonista el párroco de Totalán”, subrayan las mujeres. El sacerdote no apareció en las labores de ayuda hasta que los trabajos en el Cerro de la Corona ya estaban llegando a su fin: "Llevábamos varios días reuniéndonos cuando recibimos una llamada del párroco, (seguramente se había enterado de nuestra actividad por la televisión), para decirnos que quería colaborar económicamente y con víveres. Simplemente ha hecho lo mismo que cientos de personas anónimas.
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