El Vaticano ha celebrado ya dos audiencias generales este mes y en ambas se ha visto al Pontífice saludar a los feligreses con el rostro descubierto. La única diferencia es que esta semana el Papa ha utilizado una mascarilla para trasladarse en coche hasta el interior del palacio pontífice donde ahora se celebran las audiencias. Al llegar, sin embargo, el Papa argentino se ha retirado la mascarilla para saludar a los 500 feligreses que lo esperaban en el patio de San Dámaso. Sin tocar pero a una distancia muy corta.
En su mensaje posterior, el pontífice, que se definió durante la pandemia como un Papa enjaulado, sí ha pedido a los congregados que tuvieran en cuenta las distancias para evitar el contagio. Las audiencias del Papa Francisco se retomaron la semana pasada después de 189 días sin contacto directo con los fieles a causa de la pandemia.
N.R. Dando ejemplo, sí señor. Como soy un santo en vida, la mascarilla para los pringaos...
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