domingo, 25 de junio de 2023

RECONVIRTIENDO A LOS HOMOSEXUALES

 

Tomado de eldiario.es

Aunque las terapias de conversión de la orientación y la identidad sexual quedaron definitivamente proscritas este año en toda España con la aprobación de la ley trans, la Iglesia católica no termina de renunciar a reconducir a los ‘descarriados’. Como el propio papa Francisco opina en que ser gay no es delito, pero sí pecado, algunos párrocos se vienen apuntando a la estrategia de las charlas de motivación en sede eclesiástica: viejos pecadores arrepentidos relatan su experiencia de superación de los impulsos carnales a través de la fe y el cura certifica que con Dios todo es posible. Volvió a suceder el viernes en Madrid.

La web de la archidiócesis madrileña dio noticia el 12 de junio de la experiencia “Trans-formados”, que prometía “tres impresionantes testimonios” de estas conversiones en sendas sesiones después del rezo en una iglesia de Getafe y dos de Madrid. El primer evento capitalino se celebró en la parroquia de San Isidoro y San Pedro Claver, en el distrito de Hortaleza, presentado por el cura residente, Jesús Silva.

El párroco tiene 40 años y una intensa actividad bibliográfica. En su último libro alerta sobre “los signos del fin” y la próxima venida del Anticristo. Se promociona como ‘influencer’ en redes y ante los fieles declara que la homosexualidad como tal no se sana, pero que las “heridas emocionales” que llevan a la zozobra sí se pueden reparar, rezando mucho y con mucha fe, de forma que, paulatinamente y casi sin pretenderlo, se altere el instinto sexual o al menos se mantenga la castidad, de la misma forma que se pueden reprimir las adicciones o atemperar los celos en pareja, según los ejemplos que puso.

Las “heridas” en cuestión nacen, según esta reiterada tesis acientífica, de la “crisis de paternidad”, en el sentido tradicional del padre de familia católica tradicional. Sin la figura masculina empiezan los problemas. De ahí partieron los dos testimonios presentados —el tercero se cayó del cartel— por dos voluntarios que relataron sus respectivas experiencias vitales, de mucha dureza, que los llevaron a una promiscuidad extrema y al consumo descontrolado de drogas, en el primer caso y a la prostitución adolescente, en el segundo.

Al término de las alocuciones se abrió un turno de preguntas en el que el centenar de fieles de la parroquia hicieron preguntas. Por ejemplo, si podría aspirar un antiguo homosexual a casarse con una mujer. La respuesta es que pudiera ser, aunque no era, de momento, el caso de los protagonistas de la jornada. “Nadie ha explotado por ser casto”, bromeó Silva.

También preocupaba a los padres el impacto de la pornografía en los jóvenes. Al respecto, el cura hizo referencia a las “emulsiones hormonales” en el desarrollo sexual de los niños y al riesgo de que un consumo de porno a edades tempranas, “si uno no ha hecho una experiencia correcta de apego con el padre y con la madre” lleve a una “falsa homosexualidad” que luego quede “fijada” en la adolescencia.

El título del evento, “trans-formados”, hacía intuir que el foco se pusiese en la identidad de género, pero en la práctica este tema se trató de forma tangencial. Acompañaba en la mesa a los oradores Marta Sanz, autora de un documental sobre personas trans arrepentidas, que circula por webs de contenido religioso. Intervino brevemente para conminar a los padres a que no dejen a los niños usar el teléfono móvil en cama, ni siquiera en la adolescencia, ante el peligro de los depredadores y las malas influencias. Al terminar, el cura pidió a los presentes que comprasen su libro a la salida para financiar campamentos de verano de los jóvenes parroquianos.

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