Un comando itinerante, encabezado e integrado por Caputón ha realizado dos acciones a lo largo del territorio nacional. En la primera se puso la cabeza de un toro de lidia y
corneó a un peregrino y en la segunda, en Granada, añadió a la comida de los seguidores, pequeñas cantidades de urea y ácido úrico emitidas por vía uretral --se meó en la comida--, con lo que
resultaron intoxicados algunos centenares
1 comentario:
Menos mal que tenían el pac de papel higiénico vaticano para limpiar la temida "diarrea del peregrino", que consiste en irse por la pata abajo, pero contento y agradecido.
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