En Alemania proliferan los "paletos", al menos si se hace caso del calificativo que el arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, utilizó en agosto para referirse a los manifestantes que protestaban por la visita del papa a España. Al igual que entonces, la visita de Benedicto XVI a su país natal (Alemania) comenzó marcada por las protestas de miles de personas, incluidos diputados y víctimas de abusos, que critican la postura del papa ante temas como la sexualidad o la anticoncepción.
Casi una veintena de discursos y más de una decena de misas componen la apretada agenda del papa, que empezó a lanzar mensajes en el mismo avión que le llevaba a Alemania. En concreto, aprovechó el vuelo para reconocer que la pederastia cometida por muchos sacerdotes es un "crimen". "Es lógica la situación de los que se sienten escandalizadospor estos crímenes", añadió. Además, afirmó que entendía las protestas contra su visita. Mientras, en Berlín, varios miles de personas se manifestaron contra la presencia de Joseph Ratzinger. Hasta 70 colectivos participaron en la iniciativa, bajo el lema "Ningún poder para los dogmas", promovida por la Asociación Alemania de Gays y Lesbianas. Además, cerca de un centenar de víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes también se concentraron frente a la puerta de Brandeburgo.
Plante en el Bundestag
En las protestas también participaron algunos diputados, que prefirieron estar allí a escuchar el discurso del papa en el Bundestag. Los diputados criticaron que la llegada del papa, y más aún su discurso en el Parlamento, amenazan la neutralidad del Estado alemán. "Conozco la postura de la Iglesia y del papa, y dado que no está previsto un diálogo, sino un monólogo, no tengo por qué estar allí", declaró la vicepresidenta del SPD, Elke Ferner. Por el contrario, los miembros de la CDU se mostraron encantados de poder asistir.
2 comentarios:
estos alemanes que son muy tiquis miquis
Melastre, me paice que la cosa esa de las banderitas la tienes un poco deshorada.
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