La frase que ilustra el título de esta entrada es de Constantino Romero, actor y presentador recientemente fallecido que resume muy a las claras el problema endémico de este país. Los obispos lo han conseguido: una ley educativa a la medida de sus gustos ideológicos y, en breve, una ley del aborto (mejor una ley contra el aborto).
El dibujo está tomado del diario Público.
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