Tomado de elconfidencial.com
El estado de Nueva York se ha unido a los de California, Mississippi, Virginia Occidental y Maine y se ha convertido en el quinto del país que obligará a los niños a vacunarse, incluso si sus padres tienen objeciones religiosas. De esa manera, el único motivo en estos estados para no recibir alguna de las vacunas obligatorias será un certificado médico oficial que lo desaconseje.
La medida, que entrará en vigor inmediatamente tras ser firmada por el gobernador Andrew Cuomo, llega en un momento en el que Nueva York está sufriendo una de las mayores epidemias de sarampión que se recuerdan. La comunidad de judíos ultraortodoxos es la más afectada por esta decisión, ya que son los más reacios a vacunar a los menores por motivos religiosos.
El senador Brad Hoylman, que lideró esta reforma de la ley, aseguró a EFE que con su aprobación, las dos cámaras legislativas "protegen al vulnerable y defienden la ciencia". Mientras, el legislador Jeff Dinowitz está convencido de que "esta ley salvará vidas". La nueva normativa ha sido aprobada en el Congreso por 77 votos a favor y 55 en contra.
Los casos de sarampión en Estados Unidos no dejan de crecer y ya son más de 1.000 los que han sido contabilizados por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). Hace casi 30 años que no se alcanzan unas cifras similares en todo el país. Y una de las zonas más afectadas es la ciudad de Nueva York, con más de 550 casos reportados.
Las autoridades han llevado a cabo una campaña de vacunación masiva desde septiembre del año pasado, sobre todo en los barrios de Brooklyn y Queens, suministrando más de 25.000 vacunas tanto a niños como a adolescentes. Sin embargo, es aquí donde se concentran las comunidades judías ultraortodoxas más afectadas: una está en el distrito de Brooklyn y otra, en el condado de Rockland, a unos 60 kilómetros de la ciudad.
La propia comunidad judía de Brooklyn se debate entre quienes defienden las vacunas y los que las rechazan. Pero las autoridades han cerrado en este barrio hasta siete escuelas judías por no cumplir la orden de no aceptar niños que no hayan sido inmunizados contra el sarampión. Una medida polémica en un último intento para frenar su expansión.
N.R. unos están contra las vacunas, otros contra los preservativos, etc.
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