Tomado de publico.es
Cristina Fallarás acaba de publicar un libro: Ahora contamos nosotras. #Cuéntalo: una memoria colectiva de violencia. (ed: nuevos cuadernos Anagrama). Una breve pero intensa reflexión de lo que supone y debe suponer este relato contado de forma colectiva por millones de mujeres de varios continentes.
En el libro cuento que en España tenemos cuatro abstracciones: la transición, que está vacía de contenido porque nadie cuenta quien ha sido torturado o asesinado. Es una abstracción tan potente que tenemos a una vicepresidenta del Gobierno que es capaz de decir que no hubo violencia, porque no nos han dejado narrarla. Otra abstracción es la prima de riesgo, que nos impidió a los pobres narrar nuestra pobreza. Otra es la memoria histórica, que nos ha prohibido narrar la historia de nuestros muertos y asesinados, y la cuarta es la de utilizar el término de violencia de género, que nos impide narrarnos como personas agredidas. En tanto en cuanto no te narran, otras víctimas no pueden identificarse. Y si no se identifican, no podemos unirnos para luchar contra algo.
Es decir cuando aparece el concepto de la prima de riesgo lo que pasa es que dejamos de narrar la pobreza. Yo te puedo decir hoy: en España hay 12 millones de pobres. Y tú me puedes decir que es mentira porque no los ves. Y no los ves porque no los contamos, por lo que cada uno de ellos puede estar pensando que es el único pobre que existe.
Cuando creas mecanismos de identificación, es decir, cuando se creas una historia colectiva, esas personas son capaces de reconocerse, unirse y luchar contra el poder. Por eso el poder crea abstracciones. Para que no te identifiques con otros y no puedas luchar. Lo que antiguamente se llamaba conciencia de clase.
Eso es lo que se consigue romper con iniciativas como #Cuéntalo. Cuando las mujeres comenzaron a compartir sus historias usando ese hashtag, muchos hombres me escribían sorprendidos sobre en qué sociedad tan terrible vivimos y cómo no lo habían visto. Porque no has querido mirar.
¿Por qué no estaba narrada? ¿Quién impidió que se hiciera?
El poder, el patriarcado. Pero en particular los medios de comunicación y los partidos políticos. Pero además, los medios de comunicación, todos ellos y los partidos políticos están penetrado por la iglesia católica, que es lo más bestia contra la mujer. No hay ninguna, ninguna institución tan cruel y tan brutal contra la mujer como la iglesia católica en occidente. Y el lobby católico lo ha penetrado todo. Europa está penetrada por él. Todas las leyes que tenemos, todo el sistema judicial está penetrado por el lobby católico. Cuando dicen que el problema del sistema judicial es que es franquista es verdad. Pero ¿cuál es el problema de que sea franquista? Que es católico. Y que nos castigará por putas. ¿Qué es la sentencia de Manresa? Lo que dice es que si estaba en la calle, bebida e inconsciente se merece que la violen. Puta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario