Diez días después de que el fiscal del condado de Ramsey, en el estado de Minnesota, imputara a la diócesis de la Iglesia Católica en las ciudades de St. Paul y Minneapolis por ignorar repetidamente quejas de abuso sexual, el arzobispo de la comunidad y un obispo de alta jerarquía han renunciado a sus cargos.
"Para dar a la archidiócesis un nuevo comienzo entre tanto retos que enfrenta, he presentado mi renuncia como arzobispo de St. Paul y Minneapolis a nuestro santo padre, el Papa Francisco, y acabo de recibir su respuesta diciéndome que la ha aceptado" estas fueron las declaraciones de Nienstedt, publicadas en la página oficial de la Archidiócesis de St. Paul y Minneapolis. "Mi liderazgo ha, desafortunadamente, desviado la atención de las buenas obras de la Iglesia y de aquellos que las realizan".
El caso por el que ha renunciado el arzobispo de St. Paul y Minneapolis está relacionado con el caso del sacerdote Curtis Wehmeyer, quien trabajó en St. Paul durante seis años, en donde abusó repetidamente de dos niños menores de edad a quienes ofrecía alcohol. Nienstedt habría sido consciente de este comportamiento y, sin embargo, decidió ignorarlo.
N.R. Igualito que el arzobispo de Granada...
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