miércoles, 16 de octubre de 2019

UNA TUMBA EN LA QUE CAGARSE


Tomado de elpais.com

Poner la BBC y escuchar de sopetón la frase "esta es una tumba en la que cagarse", pronunciada en perfecto español con la imagen del Valle de los Caídos de fondo, sorprende tanto como descubrir que el señor con gafas de sol y ropa negra que aparece luego en pantalla, agigantado con un croma a la misma escala del monumento, está presentando un documental sobre arquitectura. Franco Building, emitido en BBC4 el pasado 27 de agosto, es la cuarta entrega de una serie dedicada a la arquitectura de los dictadores del siglo XX que el periodista, escritor, ensayista y director de cine británico Jonathan Meades comenzó hace 25 años con Jerry Building, centrado en la Alemania nazi, y continuó con los otros dos que dedicó a Stalin (Joe Building, 2006) y a Mussolini (Ben Building, 2016).

Vaya por delante el genio irreverente por el que es famoso Jonathan Meades en su país. Cuando le llamamos para preguntarle qué le parece la exhumación de Franco, contesta: "Bien, arrojemos los huesos a un vertedero". El Valle de los Caídos, ¿debería reconvertirse en un museo o ser derribado después de la exhumación? "No, hay que dejar que se derrumbe", dice. Supongamos que después de Franco Building retoma su serie con un documental sobre la arquitectura postBrexit. ¿Qué edificio escogería como más representativo del Reino Unido? "Un bloque de apartamentos de lujo al alcance únicamente de un oligarca saqueado y reducido a cenizas con Boris Johnson dentro".

Dice Jonathan Meades que aunque a Franco su mausoleo le mantenga de actualidad 44 años después de su muerte, lo cierto es que la arquitectura le interesó bastante menos que a Hitler o Mussolini. "Al contrario que la mayoría de dictadores del siglo XX, Franco rara vez fue preceptivo en temas de arquitectura. En general pasó por alto o consideró irrelevante el poder de la arquitectura como instrumento para subrayar el poder del Estado", explica.

El epílogo del documental nos traslada a un campo. Está desierto, pero enseguida aparecen en pantalla los esqueletos de un grupo de fusilados en una fosa. "Son el verdadero monumento de Franco", concluye Jonathan Meades, "un legado todavía por exhumar".

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