jueves, 25 de agosto de 2022

ESA ERA LA SOLUCIÓN: CAMBIAR DE SITIO

Tomado de elpais.com
 
Primera parada: Jerez de la Frontera, Cádiz. Allí, en 1980, empezó la carrera docente del hermano de La Salle Juan Antonio Álvarez Gordillo (Antequera, Málaga, 64 años), por entonces responsable de la federación nacional del Movimiento Scout Católico. En ese momento, relatan varias personas, también comenzó su expediente como pederasta. Entre 1980 y 1991 este religioso pasó, o bien como profesor o bien como encargado de los scouts, por Jérez, San Fernando, Chiclana, Melilla, Puerto de Santa María y Andújar, donde al menos siete hombres le acusan de haber abusado de ellos.

El caso de Álvarez Gordillo está incluido en los dos informes con 451 casos de pederastia que EL PAÍS entregó a la Conferencia Episcopal Española y al Vaticano a finales de 2021 y el pasado junio, después de que decenas de víctimas escribieran a este diario. Desde entonces, la historia de este acusado ha salido publicada en otros medios de comunicación. La Salle asegura que el acusado abandonó la orden en 2006, aunque no precisa las razones de los traslados ni tampoco si recibieron quejas de los supuestos abusos. “Todo esto está judicializado y ya ha salido en los medios. Como hacemos siempre en cuanto tenemos información de una posible abuso que pueda haber pasado bajo nuestra responsabilidad, trasladamos esa información a la autoridad competente, y eso mismo hicimos en el tema de Álvarez Gordillo”, afirma una portavoz de la congregación.

Después de abandonar la orden en 2006 fue docente en Andújar (Jaén), Madrid y Almería, y actualmente da clases en el colegio concertado Fernando Calderón de Málaga. EL PAÍS reconstruye los paraderos de Álvarez Gordillo por los cinco municipios de Cádiz y Melilla donde han aflorado las denuncias.

J. L. R., que ahora tiene 56 años y reside en Brasil, es la primera víctima de Álvarez Gordillo que escribió a este periódico, en 2018. Cuenta que el religioso abusó de él, y de otros adolescentes, cuando él tenía 14. “En 1980, Álvarez Gordillo era el jefe del Grupo Scout La Salle Jerez. En un campamento en Granada, un mes antes de ser trasladado a otra escuela, me pidió que durmiera a su lado, y me realizó tocamientos por todo el cuerpo. Tocaba mi pene y ponía mi mano sobre el suyo. Yo quedé paralizado sin saber cómo actuar. Después de aquello, tuve una gran depresión. Se lo conté a mis padres y hablé con mis compañeros, y me di cuenta de que no había sido el único. Pero, antes de que pudiéramos hacer algo, se fue del colegio y de la ciudad”, recuerda.

En 1982, Álvarez Gordillo llegó a la segunda parada de su largo recorrido: San Fernando, Cádiz. Allí, Santiago Codesido asegura que abusó sexualmente de él y de otro compañero. Ambos tenían 12 años. Codesido, que ahora tiene 53, dice que ha muerto cuatro veces: se refiere a que ha sufrido un ictus, un coma y dos neumonías, pero su mayor revés fue a los 12, por culpa de Álvarez Gordillo. Por aquel entonces, era responsable del Movimiento Scout Católico del colegio La Salle-El Carmen San Fernando. “Cada dos semanas, íbamos de acampada a Alcalá de los Gazules [Cádiz]. Siempre hacía lo mismo: por las noches, nos daba alcohol en cantidades ingentes y sorteaba quién dormía con él en su tienda de campaña. El 80% de las veces, esa suerte me tocaba a mí”, cuenta.

“El otro 20% de las veces metía a otro chico en la tienda. Hablé con él y me confirmó que le había pasado lo mismo. Juntos, se lo contamos a nuestras madres, que hablaron con la dirección de La Salle. Lo que hicieron fue mandarlo a otro colegio”, relata. Codesido, con ayuda de su hermano Pablo, lleva meses revisando las diligencias de su caso, buceando en los recuerdos que tanto le hieren. Hoy ambos alzan la voz, porque para ellos no hay mayor curación que contar la verdad. “Las violaciones, porque eran violaciones, eran cada 15 días. Y duraron más de tres años. Desde entonces, nada más que he sufrido. No las he olvidado ni un día de mi vida”, describe Codesido, que añade: “Aún tengo el aliento del hermano Juan Antonio en la boca”.

Hoy, Álvarez Gordillo da clases de filosofía, religión y sociales en el colegio concertado Fernando Calderón de Málaga. Pero está de baja médica y este año se jubila.

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