El exministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, se ha vuelto a convertir en noticia por su perfil ultracatólico. Miembro del Opus Dei, el implicado en la operación 'Kitchen', ha asegurado en su última columna publicada en La Razón, donde dedica unas líneas a la guerra de Ucrania.
Bajo el título 'El fin de la guerra vendrá por el ICM', Fernández Díaz escenifica su visión del escenario bélico que acaba de cumplir un año y la necesidad de buscar una vía pacífica para poner fin a la invasión ilegal de Rusia a Ucrania. "Resulta inaplazable propiciar un armisticio para abrir una rendija, sino un tratado de paz -imposible sin mediar derrota de algún bando - al menos un cese indefinido de facto de las hostilidades", indica en el texto publicado este fin de semana en el citado medio.
Muchos optan por dar armas a Ucrania, otros por alejarse del belicismo y hacer que ambas partes se sienten a negociar. Sin embargo, el exministro del PP prefiere dejar la táctica belicista y pacifista y encomendarse a lo divino. "Con una guerra y Rusia en ella, la referencia a Fátima es obligada, se quiera o no reconocer por este Occidente otrora cristiano creyente", señala el expolítico.
"En Tuy, el 13 de junio de 1929, Lucia tuvo una importante revelación en la que la Virgen le dijo que, pese al retraso en cumplir la consagración de Rusia y pedida por Ella, al final 'Mi Inmaculado Corazón triunfara: El Papa me consagrará Rusia, que se convertirá, y le será dado al mundo en tiempo de paz'", prosigue escribiendo en la citada columna semanal.
En su insólito sermón, Fernandez Díaz considera que "San Juan Pablo II hizo una consagración que obtuvo la caída del Muro de Berlín y la desaparición de la URSS sin mediar ni un proyectil entre la OTAN y su homónima comunista, el Pacto de Varsovia".
Así, asegura que el Papa Francisco ha hecho algo parecido durante este 2022 ante el conflicto entre Rusia y Ucrania. Sin embargo, "es claro que no ha cesado la guerra ni Rusia se ha 'convertido', por lo que el Inmaculado Corazón de María no ha triunfado todavía". Pero no tira la toalla.
Para Fernández Díaz, "está a la espera de la gracia del Cielo que requiere que se divulgue la devoción al ICM por la Iglesia Católica". Por ello, y hasta que lo divino opte por actuar en Ucrania, el ultracatólico opta por "el impulso de la práctica de la devoción de los cinco primeros sábados de mes, que está olvidada". Finalmente, reflexiona y explica alos lectores que "la paz no vendrá por las armas, sino por este medio".
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