lunes, 29 de mayo de 2023

EL HOLOCAUSTO DE LA PEDERASTIA

Tomado de elpais.com
 
En lugar de cerrar los ojos como hacían sus compañeros del internado, él se levantaba de la cama en silencio, se vestía con varias capas de ropa y se marchaba a dormir, escondido, entre los arbustos del patio aledaños a la piscina del colegio. Prefería el frío a que el jesuita español Alfonso Pedrajas volviera a llevarle a su cuarto por la noche para abusar de él. “Estuve así dos o tres meses. Ni siquiera podía dormir bien. Mis calificaciones bajaron, no atendía en clase... Mi mente estaba en otro lado. Yo estaba evitándole”, explica Aldo. Con un nombre ficticio, esta víctima narra 40 años después su paso por el colegio Juan XXIII de Cochabamba en una terraza de esta ciudad boliviana. Aldo forma parte de la docena de víctimas y testigos que han denunciado el abuso sexual sistemático a niños por al menos cinco jesuitas (cuatro españoles) en esta escuela, epicentro del escándalo de pederastia que atraviesa la Compañía de Jesús. Todos ellos, exalumnos de décadas que van de los años setenta a los noventa, repiten una misma frase: fueron más de un centenar de víctimas y los alumnos, jesuitas y profesores sabían lo que pasaba allí.

Hace años que el Juan XXIII dejó de ser un internado mixto. Ahora es una de las sedes de Fe y Alegría, la institución que gestiona los centros de los jesuitas en Bolivia. Una pequeña parte del recinto está arreglada para el uso de oficinas y para que alumnos de otros colegios desarrollen actividades extraescolares o pasen unos días de campamento. Apenas quedan huellas de aquel internado de los horrores, aunque entre sus muros uno aún percibe el rastro que dejaron los fantasmas del miedo, la impunidad y el silencio.

Muchos de esos recuerdos de Aldo despertaron hace unas semanas, cuando leyó el reportaje de Diario de un cura pederasta, la historia de su profesor y abusador Alfonso Pedrajas, fallecido en 2009, que escribió un diario secreto en el que admite que agredió sexualmente de decenas de niños durante décadas y cómo la orden le encubrió. Publicación que obligó a los jesuitas a reconocer el daño, pedir perdón y abrir una investigación por todos los casos acontecidos en el colegio. Sumando los religiosos acusados en el Juan XXIII, ya son nueve los jesuitas (siete españoles) señalados de pederastia en Bolivia desde los años sesenta que han salido a la luz el último mes.

Algunas víctimas anónimas cuentan que, ya en los setenta, cuando el colegio comenzó su andadura, Pica entraba por las noches en los dormitorios y les agredía con impunidad, en sus camas. “Era un encantador de serpientes, un manipulador”, dice una de ellas. Otras sufrieron sus abusos durante las excursiones que él organizaba fuera del colegio y otras tantas lo hicieron en su habitación.

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