Tomado de elpais.com
Cristina Pérez sufrió abusos sexuales cuando era una niña en los años setenta por un cura marianista en Madrid. Lo denunció a la orden, que le prometió una carta de perdón y una reparación que nunca llegaron. Pérez murió hace un mes sin recibir justicia.
Los primeros recuerdos sobre los abusos se tornan lejanos en la mente de Pérez. Mientras sus hermanos hacían los deberes, relataba Pérez, el cura le cogía de la mano y se la llevaba a una habitación. “En esos momentos me decía que quería ser muy amigo mío, pero que tenía que ser una cosa solo entre nosotros. Yo no sabía qué era un secreto a esa edad. Él me repetía que trabajaba con Dios y la virgen María. Poco a poco fue tocando mis partes íntimas por encima de mis braguitas de perlé”. Con el tiempo, sigue el relato de Pérez, fue tocándola más y más. “Empezó a enseñarme su pene y me amenazaba diciéndome cosas como: ‘Si lo dices le quitarán tus hermanos a tu madre’ o ‘si lo cuentas, a tu madre la pueden matar. Luego, más adelante, cuando yo era un poquito más mayor, empezó a violarme en un cuarto aislado que había en casa. Recuerdo que me dolía mucho. Si lloraba mientras me penetraba, me volvía a amenazar”, describía a este periódico.
1 comentario:
A ver si lo entiendo...este puto pederasta estará en el cielo según todos sus hermanos de congregación...una vez sabido ésto lo habrán afincado en el purgatorio pagando temporalmente por sus pecados...mientras tanto la víctima sufriendo toda su vida terrenal...pues no, a estos hijos de satanás habría que castrarlos en vida y colocarlos en una jaula en la plaza del pueblo para que sufran toda su vida igual que su-s víctima-s
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