Tomado de andalucesdiario.es
Por tercera vez, el arzobispo de Granada, Javier Martínez, ha desoído al juez del caso de ‘los romanones’. Ahora se ha remitido a la “legislación canónica aplicable” para negarle la copia de las actuaciones canónicas en el mayor escándalo conocido hasta el momento de pederastia en España, en el que están siendo investigados diez curas y dos laicos.
Tras ignorar dos providencias anteriores el prelado ha vuelto a sortear el último requerimiento del instructor. Esta vez se ha limitado a recurrir a un acuerdo preconstitucional para desoír nuevamente al juez. Martínez se ampara en los privilegios del acuerdo Iglesia –Estado de 1976 para negarse a colaborar en la investigación penal.
“Aquí no cabe el secreto pontificio; el arzobispo está obstruyendo la investigación penal”.
¿Dónde están los expedientes que supuestamente tramitó cuando suspendió ‘a divinis’ a los tres supuestos autores de los abusos sexuales contra menores? ¿Qué ha hecho contra los siete sacerdotes encubridores que siguen ejerciendo sus funciones pastorales? “Nada”.
Pero el prelado granadino sigue la política de los sectores más retrógrados de la Iglesia. Desoye los requerimientos judiciales y aparentemente da refugio a supuestos delincuentes vestidos de sotana. Martínez ha hecho todo lo contrario de la acción ejemplar que reclama el Papa en los delitos de pederastia. En la diócesis granadina algunos dudan de que haya instruido los procedimientos eclesiásticos en regla mientras aumentan las sospechas de que esté “encubriendo algo”.
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