Tomado de elpais.com
Tres iglesias han echado el cierre en poco tiempo en Bilbao. La última, en diciembre del año pasado, en pleno centro de la capital. El templo de Cristo Rey, con 47 años ininterrumpidos de servicios parroquiales, venía acumulando pérdidas inasumibles para la diócesis y ha sido vendida a unos empresarios chinos. Cuando los elementos religiosos que albergaba sean reubicados en otro lugar de culto, los nuevos propietarios transformarán la parroquia en un bazar comercial. El obispo de Bilbao, Mario Iceta, lamenta este hecho, pero al mismo tiempo subraya que la falta de vocaciones sacerdotales y el descenso del número de feligreses, un mal extendido en la Iglesia católica, “obliga a redimensionar” la estructura actual de la diócesis.
“Sobran parroquias en Bilbao y el coste de mantenimiento actual es insostenible. Necesitamos hacer un esfuerzo grande para adaptar el traje, que se nos ha quedado grande”, dice rotundo el obispo. Este es el motivo por el que la parroquia de Cristo Rey, ubicada en la calle Autonomía de Bilbao, ha sido desacralizada y comprada por empresarios chinos por un montante que el obispado no ha hecho público.
El templo de Cristo Rey se encontraba en los bajos de un edificio de viviendas y ocupaba una superficie de 960 metros cuadrados divididos en dos plantas. Iceta presidió en diciembre de 2018 la última homilía en esta parroquia. El pasado 16 de abril comenzaron las labores para retirar, pieza a pieza, el mural de cerámica que adornaba el retablo mayor, así como los dos vía crucis de los laterales, que serán alojados en el almacén del museo diocesano.
Las obras que se han realizado en el edificio durante los últimos años han causado un “quebranto económico considerable” para la parroquia, que tuvo que asumir el 22,06% de los costes realizados en el inmueble. El vicario territorial de Bizkaia, Antón Rey, ha cifrado el descubierto en 14.000 euros, que llegarán a 34.545 euros a finales de este curso. “Ante esta situación, tras el cierre del local se barajó venderlo para hacer frente a las deudas contraídas”.
N.R. Como dice en uno de los comentarios Fermin Rabanillo: Negocio redondo: les regalarán el local o el terreno y les pagarían la obra, de los arreglos sólo pagan el 22% por lo visto y aún así lo considera inadmisible, nada de pagar impuestos en todo este tiempo, y ahora venden y el dinero a la butchaca . . . .
En fin, es lo que tienen que hacer las empresas que se van quedando sin clientela y no son capaces de contratar más personal, cerrar franquicias.
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