Tomado de elcorreo.com
La localidad navarra de Cascante celebraba este domingo el día grande de sus fiestas. Entre los actos de la jornada, como suele ser habitual, estaba la misa mayor en la Basílica del Romero. En los bancos del templo, decenas de fieles entre los que se encontraban, entre otros, la consejera de Derechos Sociales navarra, Carmen Maeztu; el secretario de Organización del Partido Socialista de Navarra, Ramón Alzórriz; o los miembros de UPN Alberto Catalán y Javier Esparza.
Varios religiosos oficiaban la ceremonia. Entre ellos, el párroco de Cascante, Francisco Javier Aramendía, y el sacerdote agustino recoleto Jesús Planillo Bartos, encargado de la homilía. Fue en un momento de su alocución cuando se desató la polémica. Según informa 'Diario de Navarra', Planillo comenzó a rememorar su reciente estancia «en varias parroquias de Andalucía..., y me he venido con pena». «En un pueblo de 15.000 habitantes, que tiene tres colegios y un instituto..., y un 40% de población musulmana, y no tengo nada contra los musulmanes..., resulta que ahora son 40 las personas que van a misa el domingo cuando antes se llenaba la iglesia. Es lamentable, ¿verdad?», describió. Y prosiguió: «En otro pueblo cercano, ya no es el 40% sino el 60%. Familias enteras se van de los barrios porque realmente no pueden vivir. ¿Y por qué? Porque los poderes públicos dan toda clase de facilidades a los inmigrantes..., que me parece muy bien. ¿Y los nacionales?», dijo ante unos fieles atónitos que comenzaron a murmurar ostensiblemente.
Ante el revuelo, fue el párroco de la localidad, Francisco Javier Aramendía, quien reaccionó. Según informa el mismo medio, se levantó de su asiento y se acercó Planillo para apuntarle algo al oído, que enseguida pidió perdón a los presentes. «No trato de ofenderos. Sois mi pueblo. No he venido a eso», se excusó. «No me avergüenzo de decir unos detalles, que no son por ofender, sino simplemente por enseñar las disposiciones que Dios nos enseña para curarnos el corazón».
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