Tomado de elpais.com
Los Mossos d’Esquadra detuvieron el pasado 20 de septiembre a un profesor del colegio Maristes Sants-Les Corts, de Barcelona, por una presunta agresión sexual a una exalumna. La dirección del centro religioso ha apartado al docente cautelarmente de sus funciones. Con la denuncia de esta joven ya son casi una veintena los docentes de la congregación que han sido acusados (por agresiones que en ocasiones tuvieron lugar hace décadas) por alumnos o exalumnos en los últimos años.
Según han informado fuentes policiales, la víctima presentó una denuncia ante los Mossos d’Esquadra acusando al docente, de 51 años, de al menos una presunta agresión cometida hace una década. Los agentes, tras escuchar a la víctima, procedieron a arrestar y a tomar declaración al profesor, quien ha sido apartado de la docencia por parte de Maristes Sants-Les Corts y se encuentra a la espera de declarar en el juzgado.
El coordinador del equipo de protección a la infancia de Maristes Catalunya, Raúl García, ha explicado en una atención a los medios de comunicación que, de acuerdo con los protocolos vigentes desde 2011, en una primera fase “de protección” han apartado al docente de forma cautelar y, en segundo lugar, han activado el proceso informativo, comunicando estos hechos a toda la comunidad educativa.
El coordinador, que ha asegurado que por el momento no han tenido acceso a la denuncia y no ha aclarado si el denunciado es un laico o un religioso.
Un total de 18 profesores o monitores de diferentes centros de la congregación de los maristas han sido denunciados en los últimos años por abusos cometidos desde los años sesenta, aunque solo uno de ellos, el profesor de Educación Física Joaquín Benítez, llegó a juicio. Benítez ingresó en prisión, en noviembre de 2022, condenado a 21 años y nueve meses de prisión por cuatro delitos de abuso sexual a menores entre 2006 y 2009.
La congregación de los maristas de Cataluña fue la primera de España que creó una comisión independiente para valorar indemnizaciones a las víctimas de abusos sexuales cometidos en sus escuelas prescritos judicialmente, y se comprometió a pagar un total de 400.000 euros a 25 exalumnos que denunciaron haber sufrido abusos hace años. El único profesor que se sentó en el banquillo fue Benítez, que fue condenado a indemnizar a sus cuatro víctimas con 120.000 euros.
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