Ramón Barral, cura de Bascuas |
El cura de la Parroquia de Bascuas, en el municipio coruñés de Padrón, Ramón Barral, se negó a dar le comunión a una mujer de 32 años que asistía a una misa junto a su madre porque, según la explicación del párroco, se quedó dormida durante la liturgia. La joven tiene una discapacidad reconocida del 96%, provocada por el Síndrome de Lennox Gastaut, considerado comúnmente como un trastorno epiléptico con crisis generalizadas, que le fue diagnosticado a los siete años. En declaraciones a ‘La Voz de Galicia’, el cura ha justificado su actitud: "Si es una persona subnormal, ya no debe acercarse a comulgar". Noticia facilitada por el Güili, corresponsal de ANTICLERICAL en los Monegros
Como los pimientos, los curas de Padrón, unos pican y otros no. Este párroco, llamado Ramón, pica que se jode, bueno, más que picar como los mosquios, empuja como los cerdos, porque puestos a hacer zoología comparada, el cura Ramóm se parece má a los segundos que a los primeros.
Como los pimientos, los curas de Padrón, unos pican y otros no. Este párroco, llamado Ramón, pica que se jode, bueno, más que picar como los mosquios, empuja como los cerdos, porque puestos a hacer zoología comparada, el cura Ramóm se parece má a los segundos que a los primeros.
No solo niega la comunión a una persona por su condición de discapacitada, despojándola así de su dignidad, sino que la llama "subnormal" y remata la faena diciendo que dar de comulgar a los subnormales es como tirar la hostia, despojándola así del alma, o al menos del alma cristiana, que por lo visto, para este párroco, no todas las personas la tienen.
Segúramente este curica de Padrón estará de acuerdo con Gallardón en que no se debe permitir a las mujeres interrumpir un embarazo por razones de salud del feto, porque el feto y el embrión sí que poseen alma y el alma solo es de Dios.
1 comentario:
Pues que quieres que te diga, a mi me parece de cojón. Y aún me parece mejor la labor de Anticlerical publicitando esas noticias gracias a su corresponsal en monegros. Lo que hace falta es que de una puta vez nos enteremos todos de la catadura moral y humana de esa gentuza.
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