Tomado de elplural.com
El Centro de Mayores Santísima Virgen y San Celedonio, en Madrid, vive una situación desesperada, como otros muchos de la región por causa del coronavirus. Un total de 12 ancianos han muerto a causa de la enfermedad y una treintena permanece en aislamiento por síntomas, cinco de ellos en situación grave. Los trabajadores están al límite, lo que se ha visto empeorado por la fuga de las monjas que cuidaban de los mayores. Eso es, al menos, lo que ha denuniciado el capellán, Julián Arias, en declaraciones a Telecinco.
"Se han marchado todas, sin avisar", ha dicho el capellán del centro, que aún no se ha desinfectado y donde hay 42 trabajadores de baja. La residencia, tutelada por el Arzobispado de Madrid, acoge a 145 ancianos.
De los fallecidos, cinco llegaron al hospital, donde dieron positivo por COVID-19 y los otros siete lo hicieron en la residencia con síntomas visibles de la enfermedad, aunque no se les diagnosticó. Un directivo del centro explicí que "los hospitales no admiten derivaciones de personas de residencias con deterioro cognitivo y en situación clínica muy grave”.
Como otras residencias de la región, la situación en Centro de Mayores Santísima Virgen y San Celedonio es crítica. Faltan materiales de protección y personal, ya que el 50% de la plantilla está en cuartentena. El Arzobispado de Madrid no ha dado respuesta a la llamada de auxilio de la residencia y las monjas han dado la desbandada. Falta por saber si por orden de la jerarquía católica.
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