Aunque ya han pasado unas semanas desde la celebración de Jalogüín, yo, como presidente del club de fans de Sanz Montes, me atrevo a rescatar su definición de la "fiesta". Sanz Montes es como el Ayuso de la Conferencia Episcopal, un genio para las estupideces.
Tomado de infovaticana.com
Jesús Sanz afirma que ha vuelto «a ver en estos días atrás cuando de nuevo he comprobado la correspondencia que se da entre una tradición cultural y religiosa de notable arraigo, que se muestra como la más verdadera con nuestros ancestros más remotos, nuestros recuerdos más sinceros, y nuestras preguntas todavía sin solventar. Y de nuevo me ha demostrado nuestra gente sencilla que en estas fechas otoñales acude a nuestras iglesias y cementerios, cuán verdadero es lo que celebramos en estos días de incienso, malvas y crisantemos en los templos de nuestras parroquias y en los camposantos bien dispuestos».
El arzobispo de Oviedo destroza de la siguiente manera la celebración de este evento (Halloween): «Se torna advenedizo y falso el divertimento de dudoso gusto en torno a esa importación decimonónica de emigrantes irlandeses en Norteamérica, jugando a la danza de la muerte con disfraces macabros, pintando sus rostros con ese blanco de cal lapidaria, y paseando semejante palmito como si fuera una procesión sobrevenida sin ton ni son, sin arte ni talento, simplemente porque así lo dictan las consignas que pretenden erradicar lo que tiene demasiadas raíces en la tierra de la verdad, la bondad y la belleza de nuestro pueblo. Algo tan burdo que tiene en su escenografía simbólica una calabaza alumbrada por una vela fugaz, no podrá de veras arrancar de nuestras vidas el auténtico sentido de estos días y el sentimiento piadoso de la memoria creyente de nuestros seres queridos».
2 comentarios:
Si tu lo dices...
Pero este gacho podría explicar también la Semana Santa, un Vía cruces, una primera comunión, ....
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