Es muy buena noticia que el uso de la antipolítica dialéctica de Ayuso no haya podido tapar la realidad de la política sanitaria en Madrid. De esto van los populismos, soltar barbaridades o falsas promesas, según convenga, para ocultar una mala gestión o un modelo político que pretende imponerse por la puerta de atrás. Brexit, Trump, la fugaz Liz Truss. El sistema público de salud del gobierno autonómico más liberal está al límite y los profesionales han dicho basta.