domingo, 7 de octubre de 2018

LOS CURAS ERAN DIOSES


Tomado de elpais.com

La escritora irlandesa Patricia Gibney relata en su primera novela negra, Los niños desaparecidos, con ritmo de policial, las consecuencias del régimen de terror, abusos e impunidad, del que disfrutó la Iglesia católica durante décadas en su país. “Fue horrible. La gente temía a la Iglesia y si alguien se atrevía a denunciar el cura era trasladado a otra diócesis, donde continuaba con los abusos. El encubrimiento se hizo desde arriba y nunca ha habido ganas de saber la verdad”, asegura.

Pero también hubo mucha gente que encubrió desde fuera, que calló, ciudadanos que no tenían que ver con la Iglesia, ajenos a cualquier abuso. ¿Como se explica eso? “Por miedo. Ahora es difícil entender el poder que tenían los curas. Eran dioses. Así fuimos educados. Solo ahora se están levantando voces” explica Gibney, que se metió de lleno en el tema arrastrada por la actualidad de su país.

Queda una pregunta inevitable. ¿Ha cambiado algo de verdad? “En la reciente visita del Papa ha habido enormes protestas y mucha menos gente en las misas. La Iglesia ha perdido influencia, pero todo sigue muy escondido y no han perdido perdón realmente”, se lamenta.

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