miércoles, 31 de octubre de 2018

UNA MIERDA DE COMISIÓN

tomado de eldiario.es

Sin expertos, sin mujeres... ¡sin víctimas! La anunciada 'Comisión Antipederastia' de la Iglesia española, el supuesto intento de los obispos de nuestro país por luchar contra los abusos sexuales del clero, apoyar a las víctimas y convertir a la Iglesia en un lugar seguro y libre de depredadores, nace herida de muerte. La iniciativa ha generado una profunda división en el seno de la Conferencia Episcopal, que en apenas tres semanas se reunirá en Asamblea Plenaria para, entre otras cosas, elegir a su nuevo secretario general y portavoz. Pero, también, con el rechazo de la Santa Sede, que considera que la CEE no está haciendo en lo referente a los abusos.

“Los obispos españoles siguen sin entender la importancia de este drama”, aseguran desde el Vaticano, quienes lamentan que “si esperan a que surja un escándalo, que surgirá, cualquier medida que se tome después será en vano". Y es que, tanto en Roma como en Añastro (sede de la Conferencia Episcopal) se da por hecho que, más tarde o más temprano, el tsunami de abusos que ya ha pasado por Estados Unidos, Irlanda, Alemania o Australia, llegará a la Iglesia española. “Y no estamos preparados”, admite un obispo español, que lamenta que “como Iglesia, seguimos a la defensiva, y sin saber reaccionar”.

El primer escándalo vino con el nombre de su presidente, que no es otro que el polémico obispo de Astorga, Juan Antonio Menéndez, cuestionado por las víctimas de abusos, quienes le acusan de encubrimiento de los casos de La Bañeza y Puebla de Sanabria. El propio Menéndez, autor de un protocolo antiabusos en su diócesis que obliga a la Iglesia a denunciar a las autoridades ante cualquier indicio de abusos, pero no a indemnizar a las víctimas, alimentó la polémica acusando a Javier, primera víctima del pederasta José Manuel Ramos Gordon, de chantaje, al pedirle un resarcimiento por el calvario vivido.

Una actitud (sumada al hecho de que el abusador, que ha recurrido su sentencia, sigue viviendo en la casa sacerdotal de Astorga, pagada por la misma diócesis que niega una indemnización a la víctima) que encendió las alarmas en Roma, que no obstante ha decidido que no hará nada al respecto.

Juan Cuatrecasas, denuncia la presencia en la comisión del sacerdote Silverio Nieto, actual director del Servicio Jurídico Civil de la Conferencia Episcopal y que, durante el proceso del 'caso Gaztelueta', realizó el interrogatorio al joven 'Asier'. “Silverio Nieto maltrató a nuestro hijo de forma tramposa y absolutamente parcial. En nuestro caso, fue un comisario e indiciariamente un manipulador en favor del presunto abusador y del colegio del Opus Dei”.

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