sábado, 6 de abril de 2019

¿LO DE REIG PLA, TIENE CURA?

Tomado de GUILLERMO ALONSO enelpais.com

El obispado de Alcalá está capitaneado por alguien llamado Juan Antonio Reig Plà. Estoy en contra de que lo que dice esta persona en sus homilías, cargado de odio e ignorancia, tenga un altavoz que traslade sus palabras más allá de las paredes de su iglesia y de los oídos de su parroquia. Pero en lo profesional trabajo en un medio que convierte sus palabras en noticia. Y debo decir que hay unas palabras suyas que, en su momento, me parecieron una figura literaria interesantísima. Las palabras son: “clubs de hombres nocturnos”.

Las pronunció hablando de los gais (le obsesiona el tema) en una homilía en Semana Santa de 2012. Dijo lo siguiente: “Piensan ya desde niños que tienen atracción hacia las personas de su mismo sexo y, a veces, para comprobarlo, se corrompen y se prostituyen o van a clubs de hombres nocturnos. Os aseguro que encuentran el infierno”.

Para ello, lo que tienen que escuchar los que se someten a esas mal llamadas terapias de reconversión que promociona el obispadao es gravísimo y profundamente ofensivo e ignorante. En las grabaciones de eldiario.es se escucha a una mujer –que dice ser terapeuta pero, según la información de este medio, carece de formación y es por lo tanto una estafadora–, decir cosas como que hay que “hacer más ejercicio”.

Porque en los gimnasios apenas hay homosexuales dejándose el pulmón, parece ser, ni en los equipos olímpicos una aplastante representación de miembros LGTB. También recomienda “dejar la pornografía”. Para esa estafadora tengo datos: no hay porno gay entre los 25 términos más buscados en 2018 en Pornhub, no hay ningún actor gay entre las 20 estrellas porno más vistas. Vaya, claro que ven porno los gais, pero en la misma medida que lo hacen los heterosexuales. Si que intenten curar la homosexualidad ya es de partida insidioso y alarmante, que lo hagan con unos conceptos tan chuscos es doblemente ofensivo. No evidencia desconocimiento de la homosexualidad, sino del alma humana.

Démosle la vuelta a esta situación: ¿podemos curar a Juan Antonio Reig Plà (y a su pléyade de estafadores) de su homofobia? “Habría que explorar en profundidad si ese odio tiene que ver con miedo, con ira, con tristeza… bucear en la historia personal y en los modelos relacionales para comprender qué está pasando. Igual que haríamos con cualquier otra persona con problemas para vincularse, como por ejemplo los hombres violentos”.

Los que nos quieren curar sí que pueden curarse. Hay esperanza para ellos.

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