La Asociación Nacional Infancia Robada (Anir), que aglutina a víctimas de abusos en el seno de la Iglesia y a sus familias, ha pedido esta tarde al presidente de la Conferencia Episcopal, Juan José Omella, que colabore con el Defensor del Pueblo en su investigación sobre este asunto.
Y lo han hecho en una reunión con Omella, en la sede de la CEE, que ha durado tres horas y media, y en que la quince representantes de Anir le han manifestado su rechazo a la auditoría independiente que los obispos han encargado al despacho de abogados Cremades & Calvo Sotelo para investigar los casos de pederastia en la Iglesia.
Según ha señalado a los periodistas tras el encuentro una de las representantes de Anir Ana Cuevas, la asociación no puede reconocer como autoridad a ese despacho por los “intereses contrapuestos” ya que el socio principal, Javier Cremades, es miembro del Opus Dei, donde, ha dicho, “impera el silencio cómplice” y defiende a “los agresores”.
Esta asociación deposita su confianza en la labor del Defensor del Pueblo, y ha pedido a Omella que de “un paso al frente” con “responsabilidad” y “eficacia” para que abra los archivos de la iglesia con toda la información necesaria para “depurar” responsabilidades y colabore con Gabilondo en la investigación de los abusos.
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