Los sermones del joven párroco de Albalat del Tarongers, Vicent Planells, han alterado la tranquila vida de esta pequeña localidad a 34 kilómetros de Valencia. Desde hace meses, sus comentarios críticos sobre los homosexuales, la forma de vestir de las mujeres y de los hombres “que provoca” o cómo el hombre debe imponerse a la mujer han sido comidilla en el pueblo, que tiene 1.200 vecinos censados. Tanto es así que el Ayuntamiento, gobernado por la socialista Maite Pérez, aprobó este viernes en un pleno extraordinario un texto de reprobación y condena de sus palabras con el apoyo unánime de todos los grupos representados: el PSPV-PSOE, el PP, Ciudadanos, Compromís y uno independiente.
Dice el primer párrafo del texto: “Ante las palabras pronunciadas reiteradas veces por el Sr. Cura párroco de Albalat dels Tarongers al pie del altar, y el malestar generado en nuestro pueblo por los continuos ataques a diferentes colectivos vulnerables y oyendo el sentir general del pueblo, en solidaridad con estos colectivos, este ayuntamiento en pleno, no participará en los actos religiosos de nuestra Patrona [la Inmaculada Concepción], ya que no somos partidarios de ningún tipo de discriminación y todo el mundo está llamado a la conversión y es libre y responsable de sus actos”.
“Con esto queremos”, añade la moción, “mostrar nuestro apoyo a todos los feligreses y feligresas de nuestra población que ha decidido dejar de asistir a las misas por los reiterados mensajes de odio que se predican y apoyar a todas las personas y colectivos a los que ha ofendido. Todos los grupos políticos que conformamos el pleno del Ayuntamiento de Albalat queremos mostrar nuestra repulsa y condena a los comentarios homófonos y xenófobos.
Durante el pleno tomó la palabra el concejal y exalcalde del PP, Filiberto Prats, para manifestar su indignación: “Yo habré ido al 95% de las misas, y las palabras que ha dicho el cura ni se han tergiversado ni se han inventado, han sido textuales; dijo que no bendecía a los homosexuales, ni a las prostitutas, ni a los del botellón, ni a los de la droga... Nunca en mi vida había oído solemnes barbaridades como pegar a una mujer para educarla. No se puede usar el púlpito para insultar”. Prats aseguró que él y otros feligreses hablaron en diversas ocasiones con el párroco, que llegó a Albalat hace unos dos años, para que desistiese en su actitud sin éxito.
El texto aprobado concluye: “Pedimos al Señor Cura Párroco que rectifique y pida disculpas a todas las personas a las que ha insultado y menospreciado. Esto es una condena contra la ideología del Cura que regenta en la actualidad nuestra parroquia, no una condena hacia la Iglesia Católica, a la cual respetamos, ya que somos conscientes de que sus palabras solo lo representan a él y no al resto de la comunidad cristiana. Sentimos un enorme pesar por tener que llegar a esta situación, que es la primera vez que ocurre en nuestro pueblo, pero nos vemos obligados a hacerlo para defender a nuestros vecinos y vecinas”.
El cura, de 25 años, envió un comunicado este viernes a través de la sede electrónica del Ayuntamiento en la que manifestaba a la alcaldesa y al consistorio su disponibilidad “a escuchar y a ser escuchado”. “Por el bien de toda la localidad, no por el mío propio, aunque sea mi persona la que está siendo objeto de esta situación grave”, afirma. Como a lo largo de esta semana, incidió en que es “objeto de injurias y calumnias”, de acusaciones de expresiones que no ha pronunciado, y que se le atribuyen, aunque él las desmiente “rotundamente”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario