miércoles, 21 de diciembre de 2022

Óscar Martín Biezma, un tontolaba con sotana.

Tomado de eldiario.es
 
Un sacerdote ha atribuido la homosexualidad a la falta de cariño paterno en la infancia y cree que puede curarse. Ocurría durante una homilía, el pasado 16 de diciembre, en la ermita del Cristo de la Vera Cruz de Consuegra. Óscar Martín Biezma es el párroco de Villarta de San Juan, Cinco Casas y Arenas de San Juan, en la provincia de Ciudad Real pero es natural de la localidad toledana.

Sorprendió a los parroquianos asegurando que “da igual que sea hombre o mujer” porque “hay veces que el corazón desea algo, se siente insatisfecho y no sabe lo que desea. Otras veces la persona no sabe por qué tiene ciertos deseos. Alguien que siente atracción por personas del mismo sexo. ¿Por qué?”, se preguntaba, para responderse a sí mismo que “en muchos casos” procede de “una carencia no satisfecha en los primeros días de su vida”.

Según el cura afecta a la persona que “nace con una sensibilidad especial, más necesitado de atención, de afecto, de besos, de abrazos, de juegos, de contacto físico con su padre” y lo achaca al hecho de que “el padre no se lo ha dado o no lo suficiente. No por maldad, no por negligencia (…) lo que pasa es que ese niño necesitaba más. Ese agujero queda ahí. Esa carencia acaba saliendo confundida”, aseguraba.

“Como somos una unidad, deseo el contacto que no he tenido de la figura masculina” y de ahí, decía, deriva “el contenido sexual”. El sacerdote cree que en realidad lo que buscan este tipo de personas es “el amor sano y casto de otro hombre que no ha recibido de niño” y además cree que puede curarse. “Sería una gran ayuda. Si él quiere, con un poco de esfuerzo y con ayuda puede cambiar su situación y los deseos del corazón”.

No es la primera vez que el cura muestra su rechazo al colectivo LGTBI. En Villarta de San Juan se hizo viral cuando se negó a dar a la comunión a un hombre casado con otro alegando que estaba en pecado.

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