Isabel Díaz Ayuso sale en auxilio de los monjes benedictinos, a los que el Gobierno central quiere expulsar del Valle de Cuelgamuros, anteriormente denominado Valle de los Caídos, y declarará Bien de Interés Cultural (BIC) la Escolanía que gestionan estos religiosos. Por lo menos, su ejecutivo regional ha iniciado los trámites. La Consejería de Cultura “se encuentra recabando información para realizar el informe que alumbre” ese reconocimiento, explican fuentes de este departamento a elDiario.es.
El encargado de realizar este procedimiento, el consejero Mariano de Paco, aseguró en una entrevista con la agencia Servimedia que la Comunidad de Madrid “ha hecho todo lo que podía hacer”, y que está dentro de sus competencias, para conservar el patrimonio de Cuelgamuros. “No podemos hacer más”, aclaró.
Siguiendo la misma estrategia que la presidenta, De Paco cargó contra el Gobierno central, al que acusó de dejación de funciones. El consejero de Ayuso aseguró que el ejecutivo de Pedro Sánchez “está dejando” que Cuelgamuros se “desmembre”, que el tiempo pase y “haga mella” en sus instalaciones. “Lo está dejando destruir”, insistió al recordar que Patrimonio Nacional, que depende del Gobierno central, es el organismo encargado de gestionar el Valle.
Con la aprobación de la Ley de Memoria Democrática hace dos años, el ejecutivo de Sánchez comenzó el proceso para resignificar Cuelgamuros y combatir el relato franquista. Con esta norma, aspiraban a que este espacio adquiriera “una finalidad pedagógica”, pero también pretendían que se reconociese “el derecho de los familiares a recuperar los restos de sus ascendientes”.
Aunque ya han salido del Valle los restos del dictador Francisco Franco y los de José Antonio Primo de Rivera, todavía se están realizando trabajos de búsqueda de los restos de víctimas del franquismo que fueron enterradas allí sin autorización de sus familiares. De momento, han sido exhumadas 12 personas, de las cuales 11 han sido identificadas, además de otras tres procedentes de Borja (Zaragoza).
Queda pendiente todavía la salida de los monjes benedictinos de la basílica, que será “consensuada”, según explicó el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, tras reunirse con el Papa en el Vaticano. Cuando los religiosos se marchen, el objetivo es reconvertir el espacio en un centro de interpretación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario