Tomado de publico.es
Los máximos responsables de la Iglesia española tienen una semana agitada por delante. Desde este lunes, la Conferencia Episcopal Española (CEE) reúne a su Asamblea Plenaria para analizar, entre otros temas, aquellos asuntos de la actualidad política y legislativa que enfadan a los obispos. El derecho a morir dignamente y el cierre del grifo de la financiación pública a los colegios católicos que segregan por sexo son, a día de hoy, los temas de trinchera.
A lo largo de esta semana, la CEE analizará precisamente la Ley de Eutanasia y la reforma educativa, dos puntos que, junto a las inmatriculaciones, generan las principales fricciones entre Iglesia y Estado. La relación entre ambos actores se rige por los acuerdos suscritos entre España y la Santa Sede en 1976 y 1979, al calor de las excelentes relaciones que durante las décadas anteriores habían existido entre la dictadura franquista y el Vaticano.
"La Iglesia católica sigue siendo la religión privilegiada del Estado; aquí quedan muchos restos del nacionalcatolicismo que es necesario superar", afirma aPúblico el prestigioso teólogo Juan José Tamayo. A su juicio, "todos los gobiernos de la época democrática, cualquiera haya sido su color o ideología,han sido rehenes de la Iglesia católica".
En el marco de esa relación, la Conferencia Episcopal se resiste ahora a que el Estado garantice el derecho a una muerte digna. Así volverá a quedar claro durante la Asamblea Plenaria de esta semana, en la que se estudiarán las "líneas de acción pastoral" para el quinquenio 2021-2025. En ese contexto, la Comisión Episcopal para los Laicos, la Familia y la Vida presentará un informe "acerca de la eutanasia y el testamento vital y la propuesta de una nueva redacción de testamento vital".
Se trata la misma comisión que difundió un documento en el que se afirmaba que "estas leyes hacen que la gente vea normal lo que es un crimen" y preguntaba "si tienen libertad para decidir matarse los que están en depresión, los enfermos dependientes, los discapacitados psíquicos o los pacientes en coma". Nada más aprobarse la ley de eutanasia, el secretario general de la CEE,Luis Argüello, llamó a la "objeción de conciencia".
"El mecanismo fundamental de la Iglesia católica es el victimismo agresivo: se ven agredidos por cualquier cambio en el status quo, y se movilizan como si estuvieran siendo victimizados", afirma a Público el historiador Pablo Sánchez León, quien destaca que "el eje ha cambiado en Roma", en alusión a la vía abierta por el Papa Francisco, "pero no en España". "Aquí tenemos una Conferencia Episcopal que sigue con el pie de hace 15 años", lamenta.
José Manuel López, exdiputado de Podemos en la Asamblea de Madrid y exdirector de la Fundación Pluralismo y Convivencia, sostiene que los obispos "entienden que España se divide entre católicos y anticatólicos, pero lo que ocurre es que hoy el país es otro". En cualquier caso, cree que los obispos españoles "tienen cada vez menos influencia", mientras que la Iglesia "está fuera de la agenda".
La CEE se resiste a perder esa centralidad. Así lo ha demostrado también ante la reforma educativa, que considera un intento de imponer "obstáculos y trabas a la acción de las instituciones católicas concertadas". En esa línea, la Iglesia ha difundido en las últimas semanas las distintas iniciativas de la Plataforma Más Plurales, que sostiene que la LOMLOE "supone volver a imponer una ley partidista e ideológica, sin visión de Estado y sin atender el clamor ciudadano y de la comunidad educativa por la estabilidad y a favor de un Pacto de Estado por la Educación".
La Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal atenderá también esta cuestión. Según figura en el orden del día, "la Comisión Episcopal para la Educación y Cultura informará sobre los trabajos realizados en diversos ámbitos en relación a la nueva ley educativa".
A lo largo de esta semana, la CEE analizará precisamente la Ley de Eutanasia y la reforma educativa, dos puntos que, junto a las inmatriculaciones, generan las principales fricciones entre Iglesia y Estado. La relación entre ambos actores se rige por los acuerdos suscritos entre España y la Santa Sede en 1976 y 1979, al calor de las excelentes relaciones que durante las décadas anteriores habían existido entre la dictadura franquista y el Vaticano.
"La Iglesia católica sigue siendo la religión privilegiada del Estado; aquí quedan muchos restos del nacionalcatolicismo que es necesario superar", afirma aPúblico el prestigioso teólogo Juan José Tamayo. A su juicio, "todos los gobiernos de la época democrática, cualquiera haya sido su color o ideología,han sido rehenes de la Iglesia católica".
En el marco de esa relación, la Conferencia Episcopal se resiste ahora a que el Estado garantice el derecho a una muerte digna. Así volverá a quedar claro durante la Asamblea Plenaria de esta semana, en la que se estudiarán las "líneas de acción pastoral" para el quinquenio 2021-2025. En ese contexto, la Comisión Episcopal para los Laicos, la Familia y la Vida presentará un informe "acerca de la eutanasia y el testamento vital y la propuesta de una nueva redacción de testamento vital".
Se trata la misma comisión que difundió un documento en el que se afirmaba que "estas leyes hacen que la gente vea normal lo que es un crimen" y preguntaba "si tienen libertad para decidir matarse los que están en depresión, los enfermos dependientes, los discapacitados psíquicos o los pacientes en coma". Nada más aprobarse la ley de eutanasia, el secretario general de la CEE,Luis Argüello, llamó a la "objeción de conciencia".
"El mecanismo fundamental de la Iglesia católica es el victimismo agresivo: se ven agredidos por cualquier cambio en el status quo, y se movilizan como si estuvieran siendo victimizados", afirma a Público el historiador Pablo Sánchez León, quien destaca que "el eje ha cambiado en Roma", en alusión a la vía abierta por el Papa Francisco, "pero no en España". "Aquí tenemos una Conferencia Episcopal que sigue con el pie de hace 15 años", lamenta.
José Manuel López, exdiputado de Podemos en la Asamblea de Madrid y exdirector de la Fundación Pluralismo y Convivencia, sostiene que los obispos "entienden que España se divide entre católicos y anticatólicos, pero lo que ocurre es que hoy el país es otro". En cualquier caso, cree que los obispos españoles "tienen cada vez menos influencia", mientras que la Iglesia "está fuera de la agenda".
La CEE se resiste a perder esa centralidad. Así lo ha demostrado también ante la reforma educativa, que considera un intento de imponer "obstáculos y trabas a la acción de las instituciones católicas concertadas". En esa línea, la Iglesia ha difundido en las últimas semanas las distintas iniciativas de la Plataforma Más Plurales, que sostiene que la LOMLOE "supone volver a imponer una ley partidista e ideológica, sin visión de Estado y sin atender el clamor ciudadano y de la comunidad educativa por la estabilidad y a favor de un Pacto de Estado por la Educación".
La Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal atenderá también esta cuestión. Según figura en el orden del día, "la Comisión Episcopal para la Educación y Cultura informará sobre los trabajos realizados en diversos ámbitos en relación a la nueva ley educativa".
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