Jaime Ruiz del Castillo ha prometido desafiar a la Policía, y lo hará con Dios por delante. Este sacerdote proveniente de la Archidiócesis de Toledo y afincado desde hace ya varios años en Perú ha anunciado que va a buscar todas las vías posibles para saltarse las restricciones legales en torno a la pandemia, aunque ello suponga "cárcel y multas".
Tras la polémica homilía del pasado 21 de marzo, en la que se metió de lleno en la campaña electoral de cara a las elecciones peruanas del próximo domingo, Ruiz del Castillo ha aparcado momentáneamente las críticas a la izquierda para centrarse en una cruzada contra las medidas dispuestas por las autoridades para hacer frente al coronavirus. A día de hoy, Perú es uno de los países de América Latina con mayor número de muertes a causa de la pandemia: los fallecimientos, según datos oficiales, rondan los 150.000.
Tras definir al coronavirus como una "corrección para este mundo soberbio" y asegurar que no hay peor enfermedad que el pecado, el religioso español indicó a los feligreses que las leyes contra el coronavirus "no ayudan" a la lucha contra la pandemia. "Más bien nos enferman, alocan, enfrían el corazón", afirmó.
"Seguiremos usando las calles que nos pertenecen. Saldremos para rezar, para servir a Dios. No vamos a decir el día ni la hora", lanzó Ruiz del Castillo durante la ceremonia religiosa, en la que anunció que desconvocaba un encuentro en la vía pública para rezar el rosario, aunque solo lo hacía para "dejar descansar a la Policía".
A su juicio, "está en juego la libertad religiosa en Moyobamba y en el mundo entero", una batalla "contra Satanás" que, según destacó, no estará exenta de dificultades. "A veces Dios nos bendice con cárceles, a veces nos bendice con multas, con la cruz, el insulto, la incomprensión", agregó.
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