El curso religioso empieza con dos visiones radicalmente enfrentadas en la confesión mayoritaria de los españoles. La jerárquica, por boca del arzobispo de Madrid y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal Carlos Osoro, reclama a los católicos que se involucren en política, y, a modo de reproche a tantos como hay en la vida pública, sostiene que en España no solo no hay “una política católica”, sino ni siquiera partidos católicos. Lo dijo en la presentación del Encuentro Internacional de Líderes Católicos Latinoamericanos. Y enfrente, los teólogos de la Asociación Juan XXIII celebran su congreso número 40 con un título que sonará como un trallazo en una Iglesia cuyas jerarquías atesoran bienes y privilegios públicos que parecían del pasado. “El neoliberalismo mata. No podéis servir a Dios y al dinero”, titulan el encuentro. Desde hace tres décadas lo celebran en la sede madrileña del sindicato Comisiones Obreras porque los obispos prohibieron a las congregaciones religiosas que lo siguieran acogiendo. Los primeros se habían desarrollado en la Fundación Pablo VI, cuando el cardenal Vicente Enrique y Tarancón era miembro de su patronato.
1 comentario:
Yo les regalaría metralletas para que esos litigios mentales se los ventilaran en San Jorge y así los de Huesca tendríamos un buen espectáculo...
Publicar un comentario