El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, ha denunciado que "las palabras de (Emmanuel) Macron sobre el aborto son un camino abierto hacia el infierno", después de que el presidente de Francia propusiera la semana pasada reformar la Carta Europea de Derechos Fundamentales para incluir nuevas realidades como la protección del medioambiente y el reconocimiento del derecho al aborto.
En un acto académico en la Universidad Católica de Valencia (UCV), Cañizares ha criticado que la ley del Gobierno español que sanciona con prisión "a los que informan o rezan a favor de la vida" en las inmediaciones de las clínicas abortistas es "una barbaridad de gravísimas consecuencias", recoge la institución académica en un comunicado.
Propuestas como la de Macron o la del Gobierno se derivan, en su opinión, de la "crisis de la cultura occidental". Ha advertido que "la sociedad laica que se presenta hoy es, en realidad, laicista y conlleva un pensamiento único, que considera imposición moral la defensa de la vida humana en todas las fases de su existencia, sea cual sea su tamaño o el número de células que la componen".
"La razón por sí sola se vuelve fría y pierde sus criterios --ha dicho Cañizares--. Se hace cruel porque no hay nada sobre ella (...): La ciencia sin conciencia se vuelve contra el hombre y lo destruye. Vemos entonces que el camino hacia el infierno está abierto".
También el rector de la Católica, José Manuel Pagán, ha pedido responder a "las amenazas presentes hoy en nuestra sociedad", entre las que ha apuntado "el aborto y la aberrante propuesta hecha por Macron, la eutanasia, la ideología de género y tantas otras que tienen su origen en la negación de la naturaleza humana". Por contra, ha reivindicado un uso de la razón que "vaya más allá de la mera experimentación científica, que no puede dar respuesta a las cuestiones fundamentales del ser humano", defendiendo que "por eso es tan importante hoy la teología".
1 comentario:
Más le valdría al puto Cañizares leerse "LA VIDA SEXUAL DEL CLERO" de Pepe Rodríguez... y preocuparse de todas las embarazadas que los curas han ido dejando por ahí...
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