El expolicía Antonio González Pacheco, alias Billy el Niño, ha fallecido por coronavirus este jueves en un hospital de Madrid, según fuentes policiales. Fue acusado de crímenes de lesa humanidad por torturas durante los últimos años de la dictadura franquista e investigado por ello en estos últimos meses, cuando un juez decidió por primera vez indagar admitir a trámite las denuncias.
Casi una veintena de personas habían presentado querellas contra el inspector de la Brigada Político Social por las torturas en julio del año pasado. Pero ha fallecido sin sentarse en el banquillo de los acusados y sin llegar a ser investigado judicialmente por esos presuntos delitos.
Los denunciantes han relatado estos años cómo eran esas prácticas de tortura –algunas habrían sido tras la muerte del dictador–, como golpear ambos pabellones auditivos con las manos abiertas, lo que provocaba perforaciones de tímpano, o golpes sistemáticos durante horas en las plantas de los pies e incluso simulacros de ejecución con un revólver. “Durante tres días me torturaron, me pegaron sobre todo en los pies y no podía calzarme ni andar”, explicó hace unos meses uno de las querellantes.
Fernández Pacheco ha muerto con todas sus condecoraciones. El PSOE se había comprometido a retirar las cuatro medallas que le habían sido otorgadas y que incrementaban en un 50% su pensión. Pero el trámite quedó pendiente.
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