jueves, 4 de junio de 2020

CARIDAD VERSUS JUSTICIA SOCIAL

Tomado de elplural.com

La medida impulsada por el Gobierno de Pedro Sánchez para atajar los índices de pobreza, el Ingreso Mínimo Vital (IMV), ha generado una disparidad de opiniones en el seno de la Iglesia. Los obispos han criticado la medida porque consideran que “coarta el desarrollo de las capacidades” y "no es ideal vivir subvenciones"; mientras su organización oficial para la acción caritativa y social, Cáritas, la ha aplaudido.

Cáritas considera que es “un paso decisivo en la lucha contra la pobreza severa, que nos dignifica como país al reforzar nuestros sistemas de garantías sociales para las personas excluidas y nos acerca a la media europea en materia de ingresos mínimos”. Sin embargo, la Conferencia Episcopal Española (CEE) no la aprueba. En una rueda de prensa telemática, su presidente, Luis Argüello, dijo que medidas como la renta mínima son positivas para tiempos como el actual, pero “no de forma permanente".

"La necesidad perentoria de una renta básica en este momento no debería ser una coartada para una especie de subsidio permanente que retirase del horizonte de las personas -antes hablaba de los jóvenes- el poder ejercer un trabajo, el desarrollar tus capacidades, el poner en juego lo que el trabajo significa de relación con otros, que hiciera desaparecer esto del horizonte de porcentajes grandes de la población", explicó Argüello.

Por su parte, el cardenal y arzobispo de Valladolid ha defendido que “no es el ideal vivir subvencionados”. En su opinión, la época de crisis debe superarse mediante el ejercicio de la solidaridad.

No hay comentarios: