miércoles, 30 de junio de 2021

TIRONCILLO DE OREJAS AL VATICANO

Tomado de infovaticana.com
 
Un grupo de expertos en derechos humanos de las Naciones Unidas han enviado una carta al Papa para comunicarle su “gran preocupación” por las acusaciones de violencia sexual contra niños en instituciones católicas y piden al pontífice que actúe.

Hablábamos ayer de las críticas que empiezan a verterse contra el Santo Padre por algunos que hasta hace pocos días eran aún sus más entusiastas partidarios. Y hoy es la ONU, una de las instituciones más favorecidas por la política activa de este pontificado, a la que el Santo Padre nos exhorta a obedecer, la que se muestra “preocupada” por la pasividad de la Santa Sede en el asunto de los abusos.

Podría decirse que Su Santidad se ha tomado, por el contrario, muy en serio este asunto, desde su primer día de “Tolerancia Cero” hasta el ‘minisínodo’ convocado precisamente para debatir medidas que hicieran imposible el encubrimiento episcopal de los culpables.

Nada de esto, al parecer, logra impresionar a los ‘expertos’ de la ONU. De hecho, el texto es duro, como si desconfiaran de todo lo que se ha dicho y hecho desde los sacros palacios con este quebradero de cabeza, plaga y fuente inagotable de escándalos. Repite recomendaciones -exigencias, más bien, por el tono- para que se haga lo que se supone que ya se hace, y añaden: “Exhortamos a las autoridades de la Santa Sede a que se abstengan de prácticas obstructivas y a que cooperen plenamente con la justicia civil y las autoridades policiales de los países interesados, así como a que se abstengan de firmar acuerdos o utilizar los acuerdos existentes para eludir la ‘rendición de cuentas’ de miembros de la Iglesia acusados de abuso”.

Más aún: “Invitamos a los miembros de la Iglesia Católica a abstenerse de aplicar prácticas que reduzcan el acceso de las víctimas a la justicia por las violaciones que han sufrido”.

1 comentario:

Juan Moreu dijo...

El Francisco le hace a la ONU el mismo caso que Marruecos con el referendun del Sahara