Si a Miguel Bosé le preocupaba y rechazaba la vacuna contra el coronavirus esgrimiendo el bulo de que en realidad inyectaba "nanorobots" financiados por Bill Gates, el cardenal arzobispo de València, Antonio Cañizares, ha usado otro bulo que ha circulado durante las últimas semanas para negarse a su uso: que se está realizando con "células de fetos abortados".
Así lo manifestaba Cañizares este domingo durante su homilía en la misa del Corpus Christi, ante autoridades municipales y en una catedral llena (al 50% permitido) y con feligreses a las puertas. En el punto final de la homilía manifestaba: "El demonio existe en plena pandemia, intentando llevar a cabo investigaciones para vacunas y para curaciones. Nos encontramos con la dolorosísima noticia de que una de las vacunas se fabrica a base de células de fetos abortados. Así de claro. Y eso es inhumano, eso es cruel, y ante eso no podemos alabarlo ni bendecirlo, todo lo contrario".
"Podemos luchar con otras maneras de actuar, a favor del hombre, no contra el hombre, y eso es ir en contra del hombre, eso es despreciar al hombre mismo, primero se le mata con el aborto y después se le manipula para... qué bueno, mira qué bien... ya tenemos una vacuna. No señor, tenemos una desgracia más, obra del diablo. Eso es lo que quiere el diablo", señaló Cañizares.
Cañizares se ha hecho eco de un bulo más que circula por Internet y las redes sociales sobre las vacunas que ha sido desmentido desde hace tiempo, pero del cual el prelado ha hecho caso omiso o no ha tenido conocimiento.
2 comentarios:
Es cierto que Cañizares es víctima de la desinformación respecto a determinadas lineas celulares usadas en vacunas como la de la polio y la rubeola pero tiene razón en un punto; el uso inmoral del tejido fetal obtenido en abortorios : Escándalo en Austria por la venta de fetos y órganos, humanos a la industria cósmética https://elpais.com/diario/1985/02/28/sociedad/478393202_850215.html?ssm=TW_CC a través de @el_pais
Peligrosos, mentirosos y sacos de mierda son todos los de su secta (iglesia católica) mientras callen y no desautoricen a este energúmeno, desde el progre Papa Francisco hasta el señor Manuel de Alberuela de Tubo.
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