Vox está a punto de reclutar a Ramón Tamames para una segunda moción de censura contra el Gobierno de Pedro Sánchez, iniciativa que tendría como objetivo la convocatoria inmediata de elecciones generales en España. Una moción de censura que no tiene ninguna posibilidad de prosperar, pero que puede colocar al Partido Popular en una posición notablemente incómoda.
El economista Tamames, de 89 años de edad, dice que aún se lo está pensando pero es muy probable que acepte el ofrecimiento de Santiago Abascal. Tendrá que subir a la tribuna del Congreso para defender un programa de gobierno que probablemente tendrá como punto central la convocatoria de elecciones inmediatas. Quienes hayan seguido con cierta atención la evolución política e ideológica de Tamames en los últimos años seguramente no se sorprenderán de que el veterano tertuliano de la cadena COPE esté a punto de dar el paso que otras viejas glorias de la política española no se han atrevido a dar, tras ser sondeadas por Vox.
Hace años que abandonó sus antiguas convicciones políticas. Pese a ello, no deja de llamar la atención que un antiguo miembro del comité ejecutivo del PCE, un intelectual aperturista que a finales de los años setenta venía a representar la voluntad del Partido Comunista de dialogar con la tecnocracia española, actúe medio siglo después como heraldo de la extrema derecha, bañada en la nostalgia del franquismo.
Los padres y los abuelos de Vox habrían ordenado la detención inmediata del universitario Ramón Tamames cuando este ingresó en la estructura clandestina del PCE en 1956. Los padres y los abuelos de Vox hicieron lo posible para evitar la legalización del PCE en 1977, mientras Tamames trabajaba junto con Santiago Carrillo para que los comunistas no fuesen excluidos del proceso de reconstrucción de la democracia en España. Y lo consiguieron: el PCE estampó su firma en la nueva Constitución. Estamos hablando de un Partido Comunista abnegado en la lucha por las libertades, que mantenía viva, sin embargo, una cierta vinculación con la Unión Soviética.
El sociólogo polaco Zygmund Barman, autor de la conocida metáfora de la ‘sociedad líquida’, pronosticó hace unos años que con la prolongación de los años de vida y la aceleración de las dinámicas sociales, los individuos serán protagonistas de distintas biografías a lo largo de su vida, no necesariamente coherentes o complementarias entre sí. Bauman casi adivinó que una persona con un fuerte afán de protagonismo público podía ser portaestandarte de los comunistas en un periodo de cambio histórico y heraldo de la extrema derecha anticomunista al cabo de unos cuantos decenios. Bienvenidos a la época de las biografías líquidas.
1 comentario:
Madre mía con el Tamames; o don Juan o Juanico.
Este es el segundo caso de chaqueterismo extremo que veo en mi vida. El primero lo perpetró una que fue alcaldesa de mi pueblo, Priego de Córdoba, que, tiempo antes, se pasó de la Falange al PSOE. Afortunadamente sólo duró una legislatura durante la cual tuvo tiempo de sobra para regalar a la empresa privada nuestro bien más preciado, el agua. Como es obvio, ella es accionaria de dicha empresa.
Publicar un comentario