La de Andoni es una de las cinco voces de integrantes de la Asociación de Víctimas de Abusos en centros religiosos de Navarra que se escucharon hace un tiempo en el Parlamento de la Comunidad Foral en una sesión a puerta cerrada y que ahora la Cámara ha hecho pública por unanimidad de los grupos, y con el respaldo de los servicios jurídicos, en respuesta a la petición de los propios afectados de dar a conocer sus testimonios para avanzar en su reivindicación de verdad, justicia y reparación. El audio de la sesión de la Comisión de Relaciones Ciudadanas se publicó ocultando las alusiones a los centros afectados y a los religiosos que supuestamente cometieron los abusos para “no vulnerar la legislación vigente en materia de protección de datos y del derecho al honor”.
En Navarra, son 18 las denuncias de presuntos abusos sexuales en colegios religiosos cometidos entre los años 50 y 70. Pero, como advierte el presidente de este organismo, Jesús Zudaire, esto “solo es la punta del iceberg”, ya que únicamente el 2% de los abusos acaba en denuncia. “Difundir lo que nos hicieron sería tremendo”, proclamó hace un mes en el Parlamento en un intento de hacer frente a la “doble victimización” que padecen a día de hoy las víctimas, que deben sumar a los abusos sufridos de pequeños —la mayoría no superaba los 12 años— las acusaciones, silencios, desatenciones o desdenes que reciben transcurridos ahora más de 50 años desde los hechos.
“Me llevó a su habitación, me desnudó, empezó a tocarme, a chuparme e intentó masturbarme. Tuvo que parar porque se acercó gente”, relata ahora sobre las prácticas de este "depravado". “Mi dolor no ha prescrito, ni tampoco el sufrimiento”, asevera. Y lo “terrible”, denuncia, es que “desde la congregación se nos diga que ninguno de nosotros tenemos el perfil de víctimas de abusos”, en alusión a la respuesta de la Iglesia navarra ante los testimonios de la asociación.
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