La Audiencia Provincial de Pontevedra ha condenado a penas que suman hasta 32 años y medio de prisión y a 36 años de libertad vigilada al sacerdote Segundo C.V., por abusos sexuales a seis menores, alumnos del Colegio Salesianos de Vigo, donde impartía clases.
Según la sentencia, el profesor cometió siete delitos de abuso sexual, tres de ellos continuados, que consistieron en tocamientos en los órganos genitales, normalmente por encima de la ropa, aunque, en alguna ocasión, también por debajo. El sacerdote deberá deberá pagar una indemnización de 76.000 euros al conjunto de los seis menores y queda inhabilitado para ejercer profesiones en las que tenga relación con menores durante 31 años.
Los hechos ocurrieron durante un campamento en la localidad de Cambados, entre el 15 y el 23 de julio de 2019, y también en una peregrinación a Santiago de Compostela. Además, otro de los menores fue abusado en la sede de una asociación juvenil vinculada al Colegio, mientras veía un partido de fútbol.
El tribunal ha concluido que el sacerdote aprovechó su situación de superioridad derivada de su profesión, de la confianza que los menores habían depositado en él y de la relación de amistad que les unía, "que iba más allá de la de profesor-alumno", para hacerles tocamientos, lo que generó en los menores un daño psicológico, que resulta "evidente". Las víctimas, que ahora tinen 17 años, declararon que se quedaron en estado de shock ante la actuación del profesor.
El condenado, que ahora tiene 41 años, ha reconocido haber compartido habitación con algunos de sus alumnos, pero ha negado los abusos alegando que solo tocó a alguno de ellos "para que dejase de roncar", pero no en sus genitales como los menores relataron ante el tribunal. "Los actos realizados no dejan lugar a la duda, no solo por el proceder subrepticio, aprovechando las horas nocturnas y el sueño de los menores, sino por los actos de contenido inequívocamente sexual”, dice la sentencia de la Audiencia Provincial de Pontevedra.
1 comentario:
Y como premio especial yo le metería un hierro por el culo a las 10 de la noche, así tendría todo el día para pensarse lo de colgarse de una viga...
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